La Meditación

Meditar es un trabajo con la mente que ha demostrado múltiples efectos benéficos en los practicantes asiduos y disciplinados.

Es como asistir a un gimnasio de la mente. Si bien en varias corrientes filosóficas de oriente y occidente la práctica de la meditación está asociada al desarrollo espiritual, esto no quiere decir que una persona con creencias diferentes no se pueda beneficiar de sus efectos aquí y ahora.

Para estas corrientes de pensamiento, el proceso de desarrollo personal requiere el renacimiento en varias vidas, hasta completar el estado expandido de la conciencia que culmina con la unión con el Absoluto o Dios o como quiera que se lo desee llamar. Sin embargo, el no ser creyente en estas filosofías, no impide en absoluto nutrirse de los beneficios de su práctica, el cerebro puede incrementar notoriamente sus capacidades, que de otro modo permanecerían sin ser usadas.

El estado de profunda introspección, intensa presencia flotante con atención incrementada, se refleja en un aumento de la sensación subjetiva interna de eso que se llama felicidad.

Cuando cesa la actividad, el cerebro ha aprendido a afrontar pensamientos negativos y a detectarlos, lo cual genera un mayor nivel de separación del yo y tendencia al desapego, aumento del altruismo y de un inclusivo sentimiento amoroso.

Está probado desde hace años, que meditar es beneficioso para el estado mental de las personas y eso redunda en generar un mayor nivel de armonía a nivel familiar y social.

Fuente: Singularidad.com