La religión debe acompañar a los cambios sociales

¿Cómo no darnos cuenta de que estamos presenciando un cambio de paradigma religioso crucial? ¿Cómo no ser conscientes que las personas comunes ya no se conforman con una fe ciega? En muchos casos, vemos como se pregona la incorporación de nuevas tecnologías pero muy rara vez en la práctica podemos visualizar un real aprovechamiento de las mismas. Y es que nos resistimos? O tal vez es que no estamos preparados para aceptar que la religión es para la felicidad de las personas comunes y no solo para una elite en especial? Podemos hablar de una sociedad global y no aplicar el nuevo paradigma a la religión? Y nuevamente vemos que si no hemos sido entrenados para implementar e incorporar el uso de estas tecnologías, es porque el sistema o las instituciones no han evolucionado a la par de nuestra sociedad global.

Nos enfrentamos con un nuevo tipo de “buscador espiritual”, expuesto a las tecnologías en sus propias casas, invadido por la información que surge de la red, influenciado por la televisión. Es un “buscador espiritual” distinto, más ágil y que construye su propio conocimiento en el proceso de la lectura en Internet. “El hipertexto no permite una única voz tiránica" (Landow G., 1996). Ya no hay dudas: estamos ante a un “buscador espiritual” libre y autónomo en el proceso de aprendizaje que nos exige un reacomodamiento de las estrategias comunicativas.

Las Nuevas Tecnologías no podrían jamás reemplazar el elemento humano en las reuniones de vida a vida y debemos entender que estas tecnologías se presentan como una herramienta de apoyo, “un medio hábil”, un instrumento muy valioso que no podemos ignorar.

El abanico de alternativas es amplio y todos los esfuerzos comunicacionales puestos al servicio de los miembros virtuales aportarán a una mayor globalización ya que se están produciendo cambios importantes en la manera de procesar, almacenar, acceder y transmitir la información, y por ende en la formación de un practicante más informado y con manejo de los niveles de información en control de la sensación de lo que es posible.

Para finalizar un pensamiento de Arthur Schopenhaurer: "Toda verdad pasa por tres estados. En el primer estado la verdad es ridiculizada, en el segundo se le hace una violenta oposición y el tercero; es aceptada como evidente en sí".

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