Virgen de La Candelaria
El origen de la fiesta a la Virgen de la candelaria está basado en relato hecho por Fray Alonso de Espinoza, un sacerdote e historiador del siglo XVI residente en las Islas canarias, quien narró que aproximadamente en el año 1392 una imagen de la Virgen María fue hallada por dos pastores guanches (primeros pobladores de Tenerife), los cuales encontraron la talla de la virgen en la desembocadura de un barranco y casi a la orilla del mar.
La imagen de la virgen portaba una vela en la mano izquierda y al niño Jesús en la mano derecha, a su vez, el niño cargaba un pajarito de oro en sus manos. La virgen fue tomada como la imagen de la iluminación, la portadora de la luz que guía hacia el buen camino y a la devoción de Dios por medio de su hijo Jesucristo.
La Virgen tenía la tez morena y cariñosamente los pobladores empezaron a llamarla La Morenita, la advocación mariana tiene una larga tradición en las Islas Canarias.
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