Santo Tomás, es conocido por su incredulidad después de la muerte de Jesús el Nazareno, se apareció a los discípulos el día de la resurrección para convencerlos de que había resucitado realmente. Tomás que estaba ausente, se negó a creer en la resurrección de Jesús:
- Dijo: "Si no veo en sus manos la huella de los clavos y pongo el dedo en los agujeros de los clavos y si no meto la mano en su costado, no creeré".
Ocho días más tarde, cuando Jesús se encontraba con los discípulos, se dirigió a Tomas:
- Y Dijo: "Pon aquí tu dedo y mira mis manos: dame tu mano y ponla en mi costado. Y no seas incrédulo, sino creyente." Tomás cayó de rodillas y exclamó:
- "Señor mío y Dios mío!"
- Jesús replicó: "Has creido, Tomás, porque me has visto. Bienaventurados quienes han creído sin haber visto."
Santo Tomás predicó el Evangelio a los partos, medos, persas e hircanios, después pasó a la India y fue martirizado en "Calamina".
Se conmemora el 3 de julio la traslación de las reliquias de Santo Tomás a Edesa. En el Malabar y en todas las iglesias sirias dicha fecha es la de la fiesta principal, pues el martirio tuvo lugar el 3 de julio del año 72.
Fuente: http://www.aciprensa.com/santos/santo.php?id=199
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