jueves, 17 de marzo de 2011

SALMO 91 (90)

Al amparo del Altísimo, a la sombra del Poderoso
La protección divina en medio de los peligros
91:1 Tú que vives al amparo del Altísimo
y resides a la sombra del Todopoderoso,
91:2 di al Señor: "Mi refugio y mi baluarte,
mi Dios, en quien confío".
91:3 Él te librará de la red del cazador
y de la peste perniciosa;
91:4 te cubrirá con sus plumas,
y hallarás un refugio bajo sus alas.
91:5 No temerás los terrores de la noche,
ni la flecha que vuela de día,
91:6 ni la peste que acecha en las tinieblas,
ni la plaga que devasta a pleno sol.
91:7 Aunque caigan mil a tu izquierda
y diez mil a tu derecha,
tú no serás alcanzado:
91:4c su brazo es escudo y coraza.
91:8 Con sólo dirigir una mirada,
verás el castigo de los malos,
91:9 porque hiciste del Señor tu refugio
y pusiste como defensa al Altísimo.
91:10 No te alcanzará ningún mal,
ninguna plaga se acercará a tu carpa,
91:11 porque él te encomendó a sus ángeles Mateo 4, 6 Lucas 4, 10
para que te cuiden en todos tus caminos.
91:12 Ellos te llevarán en sus manos
para que no tropieces contra ninguna piedra; Mateo 4, 6 Lucas 4, 11
91:13 caminarás sobre leones y víboras,
pisotearás cachorros de león y serpientes. Lucas 10, 19

Oráculo del Señor
91:14 "Él se entregó a mí,
por eso, yo lo libraré;
lo protegeré, porque conoce mi Nombre;
91:15 me invocará, y yo le responderé.
Estaré con él en el peligro,
lo defenderé y lo glorificaré;
91:16 le haré gozar de una larga vida
y le haré ver mi salvación".


SALMO 92 (91)

Es bueno dar gracias al Señor
92:1 Salmo. Canto. Para el día sábado.
92:2 Es bueno dar gracias al Señor,
y cantar, Dios Altísimo, a tu Nombre;
92:3 proclamar tu amor de madrugada,
y tu fidelidad en las vigilias de la noche,
92:4 con el arpa de diez cuerdas y la lira,
con música de cítara.
92:5 Tú me alegras, Señor, con tus acciones,
cantaré jubiloso por la obra de tus manos.
92:6 ¡Qué grandes son tus obras, Señor,
qué profundos tus designios!
92:7 El hombre insensato no conoce
y el necio no entiende estas cosas.
92:8 Si los impíos crecen como la hierba
y florecen los que hacen el mal,
es para ser destruidos eternamente:
92:9 tú, en cambio, eres el Excelso para siempre.
92:10 Mira, Señor, cómo perecen tus enemigos
y se dispersan los que hacen el mal.
92:11 Pero a mí me das la fuerza de un toro salvaje
y me unges con óleo purísimo.
92:12 Mis ojos han desafiado a mis calumniadores,
mis oídos han escuchado
la derrota de los malvados.
92:13 El justo florecerá como la palmera,
crecerá como los cedros del Líbano:
92:14 trasplantado en la Casa del Señor,
florecerá en los atrios de nuestro Dios.
92:15 En la vejez seguirá dando frutos,
se mantendrá fresco y frondoso,
92:16 para proclamar qué justo es el Señor,
mi Roca, en quien no existe la maldad.


SALMO 93 (92)

El Señor es rey; está vestido de poder
93:1 ¡Reina el Señor, revestido de majestad!
El Señor se ha revestido,
se ha ceñido de poder.
El mundo está firmemente establecido:
¡no se moverá jamás!
93:2 Tu trono está firme desde siempre,
tú existes desde la eternidad.
93:3 Los ríos hacen resonar sus voces, Señor,
los ríos hacen resonar su fragor.
93:4 Pero más fuerte que las aguas impetuosas,
más fuerte que el oleaje del mar,
es el Señor en las alturas.
93:5 Tus testimonios, Señor, son dignos de fe,
la santidad embellece tu Casa
a lo largo de los tiempos.


SALMO 94 (93)

Levántate, juez de la tierra

Apelación al Juicio de Dios
94:1 ¡Dios vengador de las injusticias,
Señor, Dios justiciero, manifiéstate!
94:2 ¡Levántate, Juez de la tierra,
dales su merecido a los soberbios!
94:3 ¿Hasta cuándo triunfarán, Señor,
hasta cuándo triunfarán los malvados?
94:4 ¿Hasta cuándo hablarán con arrogancia
y se jactarán los malhechores?
94:5 Ellos pisotean a tu pueblo, Señor,
y oprimen a tu herencia;
94:6 matan a la viuda y al extranjero,
asesinan a los huérfanos;
94:7 y exclaman: "El Señor no lo ve,
no se da cuenta el Dios de Jacob".

Afirmación de la justicia de Dios

94:8 ¡Entiendan, los más necios del pueblo!
y ustedes, insensatos, ¿cuándo recapacitarán?
94:9 El que hizo el oído, ¿no va a escuchar?
El que formó los ojos, ¿será incapaz de ver?
94:10 ¿Dejará de castigar el que educa a las naciones
y da a los hombres el conocimiento?
94:11 ¡El Señor conoce los planes de los hombres
y sabe muy bien que son vanos! 1 Corintios 3, 20
94:12 Feliz el que es educado por ti, Señor,
aquel a quien instruyes con tu ley,
94:13 para darle un descanso
después de la adversidad,
mientras se cava una fosa para el malvado.
94:14 Porque el Señor no abandona a su pueblo
ni deja desamparada a su herencia:
94:15 la justicia volverá a los tribunales
y los rectos de corazón la seguirán.

Confianza en el triunfo de la justicia

94:16 ¿Quién se pondrá a mi favor contra los impíos?
¿Quién estará a mi lado contra los malhechores?
94:17 Si el Señor no me hubiera ayudado,
ya estaría habitando en la región del silencio.
94:18 Cuando pienso que voy a resbalar,
tu misericordia, Señor, me sostiene;
94:19 cuando estoy cargado de preocupaciones,
tus consuelos me llenan de alegría.
94:20 ¿Podrá aliarse contigo un tribunal inicuo,
que comete injusticias en nombre de la ley?
94:21 Ellos atentan contra la vida de los justos
y condenan a muerte al inocente.
94:22 Pero el Señor es mi fortaleza,
mi Dios es la Roca en que me refugio:
94:23 él les devolverá su misma iniquidad
y los destruirá por su malicia.
¡El Señor, nuestro Dios, los destruirá!

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